El flechazo, ese amor instantáneo que hace que sus ojos brillen, que acelera su corazón, que intensifica sus sentidos y que hace que su vida sea más intensa. De eso mismo habla el UR-106 en su versión Flower Power, una edición limitada de 11 unidades. Se trata, por supuesto, de un URWERK. Por supuesto que es complejo. Por supuesto que es una pieza de alta relojería. Pero este UR-106 es especialmente bonito, apetecible y adictivo. Veamos más de cerca esta pieza de joyería mecánica poética. Siempre es difícil encontrar los calificativos exactos para describir los relojes URWERK. Creaciones de alta relojería como poco originales. Lo que es seguro es que todas estas creaciones tienen un toque de locura que las hacen diferentes del resto. El UR-106 Flower Power no va a ser menos. Es la combinación perfecta del acero y el diamante, de la técnica y la delicadeza, de la destreza manual y la precisión mecánica.
La caja del UR-106 Flower Power cuenta con 239 diamantes de calidad Top Wesselton con un total de 2.53 quilates (corona incluida). La firma Magnin, situada en Ginebra y especializada en el revestimiento relojero desde 1959, se encarga de supervisar su realización. «Una de las mayores dificultades de este engarce viene dada por la complejidad de la caja. Comenzamos con una pieza en un único bloque tallada en acero, un metal especialmente duro y difícil de trabajar. Tuvimos que empedrar el perímetro del cristal, un contorno curvo y convexo y su friso exterior. A continuación, como en un mandala, buscamos, tallamos y ordenamos las piedras apropiadas para un empedrado in crescendo», explica Patrick Magnin, director ejecutivo. Si pasamos una seda fina sobre esta pieza incrustada de diamantes vemos que la tela se desliza con total fluidez sobre la caja. Esta es la prueba más cruel e intransigente que el UR-106 Flower Power aprueba sin la más mínima dificultad. Porque una pieza de joyería responde a criterios draconianos. El esfuerzo y las horas de trabajo deben ser imperceptibles. Las piedras preciosas se adaptan a la materia, no están forzadas, apenas están agarradas, puestas en relieve en el hueco del metal.
A este trabajo de magnificencia de la caja se añade la hermosa labor realizada en el propio carrusel del UR-106 Flower Power. Martin Frei, cofundador de la firma URWERK y diseñador jefe nos comenta que «desde el lanzamiento de la línea 106 en 2015, sueño con sus diferentes variantes. Uno de mis mayores placeres es jugar con los diamantes y con la luz. Hemos trabajado enormemente con nuestro ingeniero sobre los bocetos de las flores de esta pieza. Hemos realizado diferentes pruebas en maquetas de cera antes de conseguir el resultado esperado. Hemos fundido cada flor en oro gris antes de engarzarla y montarla en el carrusel».
Una flor de loto sirve de eje para la indicación satélite de este UR-106. Una delicada flor que recoge ni más ni menos que 30 brillantes, todos ellos ajustados por la mano experta del joyero. El único indicio de que se trata de un elemento tanto estético como técnico se esconde en el corazón del motivo, donde encontramos un tornillo relojero con un acabado perfecto. Tres adornos de oro y de diamantes completan este bucólico marco. Cada uno de ellos compuesto por cinco pétalos engarzados, se insertan delicadamente entre los satélites de las horas. Estas tres flores son un respiro en este carrusel en continua rotación. Flores que el relojero coloca delicadamente en su mecanismo para garantizar el equilibrio frágil.
Esta indicación de las horas flotantes tan apreciada en URWERK está compuesta por tres satélites con cuatro índices cada uno. Uno tras otro irán desfilando a lo largo del camino de los minutos para indicar el tiempo de manera analógica y digital. Una fase lunar remata la esfera del UR-106. «Hemos prestado una atención particular a los mínimos detalles del UR-106. Hemos tardado 18 años en perfeccionar esta idea y no hemos aceptado ninguna concesión. El carrusel y los satélites han sido pacientemente satinados y enarenados a mano, cada uno de los índices de las horas y de los minutos están pintados por nosotros mismos, el corte del camino de los minutos de una delicadeza extrema sale de nuestros talleres, el azul de la fase lunar, tomado del lapislázuli, se ha seleccionado entre cientos de otros, el corte del loto en la parte de atrás de la pieza es tal y como Martin lo ha diseñado».
El resultado está a la altura de los esfuerzos realizados. ¿Conseguirá provocar ese esperado amor instantáneo que hace que sus ojos brillen, que acelera su corazón, que intensifica sus sentidos y que hace que su vida sea más intensa?