La última obra maestra de vanguardia de Romain Jerome ofrece, en una edición limitada de 25 piezas, un movimiento desarrollado en conjunto con una casa independiente exclusivamente para Romain Jerome. El reloj ha sido bautizado como Moon Orbiter y reafirma el homenaje de la marca y afinidad por las conquistas espaciales. Varios temas y leyendas se han convertido en parte del ADN de la marca: las ya mencionadas aventuras espaciales y otras como el hundimiento del Titanic.
Las medidas de la caja son 48,5 mm de ancho y 44,5 mm de largo con forma rectangular que sin duda le da el reloj una sensación de presencia. La caja de acero contiene elementos del transbordador espacial Apollo 11. En la parte inferior del reloj se encuentra un indicador de reserva de marcha con una punta roja que se extiende hacia fuera de la esfera central. En la esfera, que contiene polvo lunar, hay dos contadores muy prominentes lado a lado, a la izquierda un contador 60 segundos tourbillon volante y en el derecho el indicador de horas y minutos ambas separadas por la X, icono de la marca Romain Jerome.
El tourbillon da la impresión de estar suspendido en el aire con la base que sirve como plataforma de lanzamiento. El puente en la parte superior tiene forma de una nave espacial que gira como si estuviera esperando la oportunidad perfecta para despegar. Con esta cantidad de atención a los detalles, un cristal de zafiro se ha diseñado en la banda lateral para admirar la construcción del tourbillon en suspensión.
En la parte trasera, el movimiento está claramente a la vista gracia a un cristal de zafiro con un rotor de cuerda automática. Otro ingenio muy inteligente son las asas del bisel que se extienden sobre la correa, que está equipado con un pistón como amortiguador, más conocido profesionalmente como cilindros neumáticos que se encuentran comúnmente en las bicicletas. La función de los cilindros neumáticos es permitir la extensión y retracción de las asas para encajar cómodamente en la muñeca.