VACHERON CONSTANTIN Les Cabinotiers: Celestia Astronomical Grand Complication 3600 & Symphonia Grande Sonnerie 1860

Ha nacido una estrella en el firmamento de la alta relojería: el Celestia Astronomical Grand Complication 3600, un modelo celeste único de oro blanco con dos esferas, en el que la astronomía y el arte de la relojería se dan la mano. Veintitrés son las complicaciones astronómicas que se presentan en la esfera principal y en la parte posterior del reloj, y tres tipos de hora los que se indican mediante sus correspondientes propios trenes de engranajes: la civil, la solar y la sidérea. Por otro lado, el Symphonia Grande Sonnerie 1860, es el primer reloj de pulsera gran sonería de Vacheron Constantin: una auténtica rareza en el ámbito de la alta relojería. Esta novedosa interpretación de la mayor complicación de la relojería es un modelo fácil de usar y de líneas bien definidas.

VACHERON CONSTANTIN Les Cabinotiers: Celestia Astronomical Grand Complication 3600

VACHERON CONSTANTIN Les Cabinotiers: Celestia Astronomical Grand Complication 3600

Siguiendo el camino marcado por el magnífico modelo de referencia 57260 —el reloj más complicado del mundo, provisto de 57 complicaciones y creado con motivo del 260º aniversario de la manufactura—, Vacheron Constantin presenta el modelo Les Cabinotiers Celestia Astronomical Grand Complication 3600. Esta obra maestra de la mecánica de flamante construcción es una creación única que constituye un hito en la historia de la relojería mecánica y la piedra angular a partir de la cual Vacheron Constantin acometerá nuevas proezas. Han hecho falta cinco años de desarrollo, desde el primer boceto, un maestro relojero dedicado a ello a la labor y dos años de diseño para dar vida a Les Cabinotiers Celestia Astronomical Grand Complication 3600, un modelo único que luce 23 complicaciones en sus dos esferas. Este «fenómeno celeste» de la alta relojería desciende de un ilustre linaje de relojes astronómicos y es uno de los más complicados que se han creado hasta la fecha. La astronomía, la ciencia de los astros, está íntimamente relacionada con la relojería. La primera tiene por objeto explicar el origen, la evolución y las características de los cuerpos celestes. La segunda trata de captar y reproducir mecánicamente el paso del tiempo y su eterno baile con las estrellas; un reto que se ha hecho realidad con este reloj, que indica la hora civil, la solar y la sidérea por medio de tres rodajes distintos.

El nuevo calibre 3600 de Vacheron Constantin es un movimiento integrado que consta de 514 piezas y tiene un grosor de solo 8,7 milímetros: una auténtica maravilla de la miniaturización y la ingeniería que controla más de 20 funciones y dispone de una reserva de marcha de tres semanas. Se trata de otro ejemplo más del saber hacer técnico de la Casa en el ámbito de las complicaciones astronómicas, cuyos orígenes se remontan a finales del siglo XIX, cuando los relojes de bolsillo albergaban las funciones de calendario perpetuo, fases lunares y hora sidérea, o también a 1914, año en el que introdujo la ecuación del tiempo “en marcha”. De igual modo, otros relojes excepcionales más recientemente presentados, como el Tour de l’Île (de 16 complicaciones) y el modelo de referencia 57260 (de 57 complicaciones, el más complicado del mundo), que se presentaron en 2005 y 2015 respectivamente, dan testimonio de esta trayectoria marcada por grandes logros.

Un vals en tres tiempos: civil, solar y sidéreo

Este reloj único, fruto del dominio más absoluto de la relojería, reúne toda una serie de complicaciones astronómicas en un espacio increíblemente reducido y representa una importante suma de conocimientos, cálculos y ajustes. Entre sus fascinantes funciones cuenta con la triple indicación de la hora civil, solar y sidérea, cada una accionada por un tren de ruedas distinto, además de un tren de engranajes «tropical» específico para todas las funciones solares.

Dos agujas Breguet de oro blanco recorren la esfera principal, en la que se indica la hora civil (o estándar) de manera tradicional. El tiempo civil es un tiempo medio universal que parte de la base ficticia de que el Sol se mueve alrededor del Ecuador a una velocidad constante durante todo el año, y el tiempo medio que tarda en dar una vuelta completa es de 24 horas. Se trata de una opción práctica que divide el año en 365,25 días, el día en 24 horas y la hora en 60 minutos.

VACHERON CONSTANTIN Les Cabinotiers: Celestia Astronomical Grand Complication 3600

El tiempo solar verdadero, en cambio, se basa en la trayectoria aparente del Sol en el curso de un día y se mide por el ángulo horario en un lugar y a una hora concreta. Según el día del año, la diferencia entre la hora solar y la hora media puede ser de +14 a -16 minutos, y solo coinciden exactamente cuatro veces al año. Esta divergencia se debe a varios factores: la órbita de la Tierra no es redonda, sino elíptica; el Sol no se encuentra en el centro de esta elipse; la Tierra no sigue esa órbita a una velocidad constante; y, por último, el eje de rotación de la Tierra está inclinado con respecto al plano de su órbita.

Con la cabeza en las estrellas

La hora sidérea se indica en la parte posterior del reloj. El tiempo sidéreo es una escala de tiempo astronómico que se basa en la velocidad de rotación de la Tierra, calculada con respecto al movimiento aparente de las estrellas «fijas» y observado desde un meridiano local. La hora sidérea y la hora media difieren en aproximadamente 4 minutos al día. Por lo tanto, 24 horas sidéreas equivalen, en tiempo civil, a 23 horas, 56 minutos y 4 segundos. Las horas y los minutos sidéreos se indican, con elegancia y originalidad, mediante dos discos de zafiro superpuestos. El primero es el fondo sobre el que se representan la bóveda celeste, la minutería celeste y los cuatro puntos cardinales. En el que está encima, en cambio, se presentan las constelaciones, las proyecciones del Ecuador (círculo blanco) y la eclíptica (círculo rojo), es decir, el camino recorrido por el Sol en el curso de un año, visto desde la Tierra. Esta proyección de Lambert es un auténtico mapa científico de las constelaciones del hemisferio norte.

Ecuación del tiempo “en marcha” a través de tren de engranajes “tropical”

El reloj está provisto de una ecuación del tiempo que le permite calcular e indicar la diferencia entre la hora civil y la solar. Es más, este mecanismo complejo y refinado es asimismo una ecuación del tiempo “en marcha”, una función poco vista en los relojes de pulsera, que indica la hora solar mediante un segundo minutero coaxial de oro rosa adornado con un sol calado. Normalmente la ecuación del tiempo se indica por medio de una aguja que recorre un sector secundario provisto de una escala que va de los +14 a los -16 minutos y requiere un pequeño cálculo mental para determinar la hora solar. Sin embargo, la ecuación del tiempo “en marcha” es un mecanismo mucho más complicado y permite una lectura de la hora solar y la civil en el acto. Para garantizar la exactitud y la precisión, Vacheron Constantin ha utilizado un tren de engranajes “tropical” que simula el año solar medio, es decir, el tiempo que tarda la Tierra en dar una vuelta completa alrededor del Sol, lo que equivale a 365,2421898 días.

El tiempo y las mareas

Este reloj único está provisto de dos esferas en las que se presentan 23 complicaciones. Quince de ellas se han dispuesto ingeniosamente en la esfera principal color gris pizarra. Entre estas se cuentan las indicaciones de la hora civil y la hora solar (ecuación del tiempo “en marcha”) mediante tres agujas coaxiales, así como un calendario perpetuo con fase lunar de precisión y un mareoscopio extraordinario, que consta de un indicador del nivel de marea y una representación tridimensional de la alineación de la Tierra, la Luna y el Sol. Las mareas se rigen por las leyes de la física y dependen de la atracción gravitacional y la fuerza centrífuga de estos tres cuerpos celestes.

Como si de una memoria del futuro se tratara, el calendario perpetuo es capaz de afrontar las irregularidades del calendario gregoriano sin precisar otro ajuste que un cambio de fecha cada 400 años. El día de la semana, el mes y el año bisiesto se indican en unas ventanillas, mientras que la fecha es indicada por una aguja serpentina. La elegantísima fase lunar de precisión solo precisa un ajuste de un día cada 122 años y se indica mediante dos discos superpuestos, en los se ha grabado con láser una imagen real de la luna llena y en los que también se indican el día y la noche y la edad de la luna, es decir, los días que han pasado desde la última luna llena. Estas exquisitas funciones son complementadas con la hora de la salida y la puesta del sol, señaladas por dos agujas finas en dos escalas graduadas, así como la duración del día y la noche, que aparece en un indicador especial situado a las 6 horas. Esta serie de complicaciones, que raras veces concurren en el universo de la alta relojería, se complementa con otras indicaciones fascinantes, dispuestas en un semicírculo: los signos del zodiaco, las estaciones, los solsticios y los equinoccios. Los solsticios se producen en dos ocasiones al año: uno en verano (el día más largo) y otro en invierno (el día más corto); mientras que los equinoccios (momentos en los que el día y la noche tienen la misma duración) corresponden al inicio de la primavera y del otoño.

Transparencia sideral

La segunda esfera, situada en la parte posterior del reloj, también está plagada de funciones astronómicas. Con sus dos discos de zafiro superpuestos, se distingue por su diseño etéreo y límpido, así como por la originalidad de su mapa celeste, para el que se ha presentado una solicitud de patente. En primer plano, aparece la constelación tal como se ve desde el hemisferio norte, enmarcada por un aro interior color antracita en el que figuran los meses del año y un indicador de reserva de marcha. Las dos elipses —una roja y otra blanca— que figuran en este mismo disco transparente corresponden, respectivamente, a las proyecciones de la eclíptica y del ecuador celeste. Bajo la constelación, se encuentra el segundo disco con una escala graduada, en el que se indican la hora sidérea y los cuatro puntos cardinales. En una esfera color antracita aparece un novedoso mapa celeste transparente que, a su vez, ofrece una vista fascinante del tourbillon situado a las 6 horas.

Una maravilla de la sofisticación técnica y la miniaturización

El proceso de desarrollo del complejísimo y exclusivo calibre 3600, que late en el interior de este reloj excepcional, duró cinco años desde el inicio de su concepción hasta su acabado refinado. Este movimiento mecánico de carga manual se caracteriza por la proeza de combinar más de 20 complicaciones, entre las que se cuentan tres tipos de hora distintos con sus respectivos trenes de engranaje, y por la extraordinaria reserva de marcha de tres semanas de la que lo dotan sus seis barriletes, acoplados de tres en tres. Como es lógico, garantizar que tal número de indicaciones astronómicas funcione con la debida precisión conlleva un considerable consumo de energía.

VACHERON CONSTANTIN Les Cabinotiers: Celestia Astronomical Grand Complication 3600

Por consiguiente, la manufactura ha tomado dos medidas paralelas: por un lado, tratar de ahorrar energía y, por otro, aumentar su reserva. A fin de optimizar la energía almacenada y la transmisión de esta, los barriletes se han fabricado con una aleación Bioflex dúctil y resistente, y los intrincados rodajes engranan inmejorablemente. Además, los seis barriletes garantizan un volumen de almacenamiento importante y permiten que el calibre sea lo más fino posible. El resultado es una auténtica maravilla de la miniaturización, que consta de 514 piezas, ajustadas con precisión y decoradas con esmero, y tiene un grosor de solo 8,7 milímetros. Este mecanismo único, cuyo tourbillon de volante amplio favorece la precisión y la regularidad, encaja perfectamente en una elegante caja de oro blanco de 45 milímetros de diámetro.

La legibilidad, la armonía y la originalidad de la presentación de sus 23 funciones constituyen asimismo una proeza técnica y estética. La esfera principal debe su armonioso diseño al acabado mate y a los rubís transparentes con los que está decorado el movimiento, que también permiten que la legibilidad del disco de zafiro de la esfera posterior sea óptima. Al igual que el resto de la colección de Vacheron Constantin, el modelo Les Cabinotiers Celestia Astronomical Grand Complication 3600 ha sido distinguido con el Punzón de Ginebra, confirmando que cumple los numerosos criterios por los que se rige este prestigioso certificado de calidad.

Un poco más cerca de las estrellas

Este modelo gran complicación astronómica, que forma parte de la colección de relojes exclusivos Les Cabinotiers, recupera la tradición de los cabinotiers ginebrinos del siglo XVIII. Aquellos artesanos sumamente especializados creaban en sus talleres auténticas obras maestras a la medida de prestigiosos clientes de todo el mundo. Esa voluntad de conjugar la proeza técnica, el servicio exclusivo y la personalización es la que lleva a Vacheron Constantin a perpetuar aquella filosofía de excelencia. El Celestia Astronomical Grand Complication 3600 es un modelo esencialmente raro y se ha manufacturado en una serie limitada de un solo ejemplar. El reloj se entrega, con su correa de piel de aligátor con hebilla de oro blanco, en una lujosa caja de presentación decorada con marquetería en madera.

Referencia 9720C/000G-B281. Pieza única.

Video disponible en el Canal YouTube o en el Canal Vimeo de Nuevos Relojes.

VACHERON CONSTANTIN Symphonia Grande Sonnerie 1860

El modelo único Les Cabinotiers Symphonia Grande Sonnerie 1860, el primer reloj de pulsera gran sonería de Vacheron Constantin, que se presentará en el SIHH 2017, representa una proeza técnica doble: crear una gran complicación que solo unos pocos relojeros virtuosos dominan en todo el mundo y realizarla de tal manera que resulte segura y fácil de utilizar para su propietario. Su sofisticado y complicadísimo movimiento de carga manual bidireccional, el flamante calibre 1860 de Vacheron Constantin, que ha requerido 10 años de desarrollo, está provisto de unos novedosos sistemas de seguridad que protegen de interferencias los mecanismos de sonería, que se controlan desde el bisel y el pulsador de la corona. Después de las 500 horas que un solo maestro relojero ha dedicado al montaje, las 727 piezas bien ajustadas interactúan a la perfección para ofrecer una combinación de complicaciones sumamente rara y codiciada: gran sonería, pequeña sonería y repetición de minutos. En oro blanco y personalizable, es una obra maestra de la miniaturización, cuyo diseño depurado y original permite que el mecanismo de sonería, que normalmente permanece oculto bajo la esfera, pueda verse a través del fondo de la caja. Esta creación distinguida con el Punzón de Ginebra sigue el camino marcado por el extraordinario modelo de referencia 57260, todo un emblema de la excelencia de Vacheron Constantin, que se presentó en 2015 y cuyas 57 complicaciones lo convierten en el reloj más complicado del mundo.

VACHERON CONSTANTIN Symphonia Grande Sonnerie 1860

La mayor complicación

Los relojes de sonería son una de las complicaciones más raras y codiciadas de la alta relojería. Esta prestigiosa categoría, fruto de una exigencia y un virtuosismo técnico extraordinarios, así como de un magnífico oído musical, cuenta con repeticiones de minutos que tocan las horas, los cuartos y los minutos a demanda; y mecanismos de gran sonería y pequeña sonería que tocan las horas y los cuartos al paso o solo las horas. Debido al grado de miniaturización que requiere la gran sonería, su complejidad técnica y acústica y la energía que precisa el mecanismo, esta suele considerarse la mayor complicación de todas. No solo se precisan varios cientos de piezas, sino también un dominio absoluto de la energía y la complejidad mecánica, y todo ello reducido a un reloj de pulsera: un desafío no desdeñable, considerando que la gran sonería debe contar en todo momento con energía suficiente para tocar todas las veces que sean necesarias (hasta 96 activaciones en 24 horas, es decir, 912 veces) y garantizar un sonido impecable.

Un dominio absoluto

Si bien es cierto que el modelo Les Cabinotiers Symphonia Grande Sonnerie 1860 es el primer reloj de pulsera gran sonería que ha manufacturado Vacheron Constantin, la casa comenzó a acumular experiencia en esta complicada disciplina entre los siglos XVIII y XIX, cuando presentó una serie de relojes equipados con mecanismos de gran sonería y pequeña sonería (1827) y otros con gran sonería y repetición de minutos (1908). A partir de mediados del siglo XIX, Vacheron Constantin se distinguió en este campo por combinar los mecanismos de sonería con otras complicaciones como la del cronógrafo o las funciones astronómicas. En el siglo XX, época del nacimiento y florecimiento de los relojes de pulsera, Vacheron Constantin aplicó su saber hacer histórico a estos relojes: por ejemplo, el Calibre 1755 ultraplano con repetición de minutos de 1991, el reloj de dos esferas más complicado de mundo —equipado con repetición de minutos y otras 15 complicaciones—, que se presentó en 2005 con motivo del 250º aniversario de la casa y el famoso Calibre 1731 con repetición de minutos, el más plano del mundo de estas características, que se presentó en 2013. La mayor complicación de todas, la gran sonería, es fruto del saber hacer empírico adquirido durante años de estudio, desarrollo y ajuste. Desde que el primer reloj de pulsera gran sonería vio la luz en 1992, solo unos pocos fabricantes y relojeros independientes pueden jactarse de haber logrado tal dominio de la perfección técnica y la miniaturización.

VACHERON CONSTANTIN Symphonia Grande Sonnerie 1860

Con esta nueva creación, Vacheron Constantin acomete con éxito el reto de combinar los mecanismos de gran sonería, pequeña sonería y repetición de minutos en un espacio de apenas 9,1 milímetros de grosor y 37 milímetros de diámetro. Es una auténtica obra de arte de la relojería.

Virtuosismo mecánico

El modelo único Les Cabinotiers Symphonia Grande Sonnerie 1860 es una nueva proeza técnica y artesanal distinguida con el Punzón de Ginebra, que demuestra un dominio absoluto de la complejidad mecánica, la energía y la acústica.

Con movimiento de carga manual bidireccional, el Calibre 1860 de Vacheron Constantin, consta de 727 piezas ajustadas, decoradas y montadas meticulosamente a mano; un trabajo que un único experto relojero ha realizado con paciencia y detenimiento durante 500 horas. Horas, minutos, contador de segundos pequeño, gran sonería, pequeña sonería y repetición de minutos: se trata de una construcción integrada, lo que significa que los mecanismos de sonería engranan directamente con las funciones de las horas y los minutos, pues debe considerarse como un todo, con la consiguiente demanda de energía por la gran sonería, que se activa hasta 96 veces al día. Por lo tanto, consta de dos barriletes, uno para el movimiento y otro para el mecanismo de sonería, que ofrecen, respectivamente, 72 horas de reserva de marcha y 20 horas de reserva de marcha en modo gran sonería.

Este mecanismo sofisticado se basa en un concepto especialmente novedoso y se distingue por varios aspectos, empezando por la selección de los tres modos de sonería (gran sonería, pequeña sonería y silencio), que, por primera vez, se realiza desde un bisel que gira 30 grados y está provisto de una marca que apunta al indicador del modo de sonería (PS, GS y SL), grabado en el lateral de la caja. La repetición de minutos se activa desde un pulsador integrado en la corona, que está situada a las 3 horas y es grande y estriada para garantizar un agarre óptimo al dar cuerda al movimiento, girándola en el sentido de las agujas del reloj, y al mecanismo de sonería, en el sentido contrario a las agujas del reloj.

Otra característica de este complejo movimiento es la supresión de los «cuartos fantasmas»; un detalle que pone de manifiesto la atención especial que se ha dedicado a garantizar la armonía y la regularidad del sonido que se produce cuando los dos martillos golpean los timbres monobloques. El «cuarto fantasma» es el breve silencio que suele apreciarse entre la sonería de las horas y los minutos y que, en este caso, se ha eliminado. Sea al tocar las horas, los cuartos o los minutos, el intervalo entre sonido y sonido es idéntico y la secuencia es perfectamente regular.

Además, el mecanismo de sonería está equipado con un muelle saltador «sorpresa» (no traînant) que le permite tocar las horas y los cuartos con precisión. Es un dispositivo autónomo que solo se acciona cuando se produce la sonería; de ese modo se ahorra energía y aumenta la precisión del movimiento. El último aspecto que cabe destacar del Calibre 1860 es el hecho de que el mecanismo de sonería, que, con sus rastrillos, palpadores y caracoles, suele ubicarse bajo la esfera, en este caso, se ve a través del fondo de cristal de zafiro transparente del reloj. Estas características técnicas, acústicas y energéticas hacen de este sofisticado movimiento una creación única a la par que extraordinariamente compleja.

Seguro y fácil de utilizar

Un reloj gran sonería se caracteriza por la suma complejidad de su mecanismo, que se compone de cientos de piezas meticulosamente ajustadas; de ahí que el propietario del reloj también deba tener sumo cuidado y estar bien informado al manipularlo. Vacheron Constantin ha desarrollado una serie de originales sistemas de seguridad que hacen que la utilización de este modelo gran complicación resulte sencilla y práctica. Además de facilitar el uso de las distintas funciones del reloj, lo protegen del riesgo de que se produzcan interferencias entre estas. Al poner en hora el reloj, no se puede accionar la sonería (ni al paso ni a demanda). Lo mismo sucede a la inversa, mientras se produce la sonería (sea una repetición o una sonería al paso), no se puede poner en hora el reloj hasta que este deje de sonar. Tampoco podrá iniciarse ninguna sonería mientras haya otra en marcha. Además, el dispositivo de seguridad para el modo de sonería garantiza que, cuando se cambia de modo mientras suena el reloj, el cambio solo se activará una vez que la sonería anterior haya finalizado. Por último, si el muelle del barrilete está prácticamente desarmado y el reloj no tiene suficiente energía para sonar regular y perfectamente hasta el final de la secuencia, el mecanismo de sonería no se activará al paso ni a demanda.

Sobriedad a medida Esta búsqueda de la sencillez ha imperado asimismo en el diseño del reloj. La pureza de líneas realza la complejidad del mecanismo, que está alojado discretamente en una caja de oro blanco de 18 quilates con una carrura que puede ser personalizada. La caja está adornada con un grabado estriado que recuerda el motivo decorativo de la corona y luce la inscripción «Pièce Unique» por detrás. La esfera plateada de oro de 18 quilates está inspirada en los antiguos relojes de bolsillo con sonería de la casa e irradia una elegante sobriedad, con un acabado opalino, cepillado o azulado y unas horas índices y agujas de oro blanco tipo bastón, acompañadas de otras dos color negro oxidado.

VACHERON CONSTANTIN Symphonia Grande Sonnerie 1860

El contador de segundos pequeño a las 7 horas, el indicador de reserva de marcha a las 5 horas y la reserva de marcha de la sonería, que se indica mediante una aguja serpentina a las 2 horas, forman un conjunto dotado de una armonía límpida y una distinción contemporánea. El hecho de que la caja y la esfera de este modelo único puedan personalizarse en el departamento Les Cabinotiers de Vacheron Constantin es un ejemplo de la tradición de excelencia técnica, innovación y diseño a medida propia de los artesanos relojeros ginebrinos del siglo XVIII, los llamados cabinotiers. Esta es la filosofía de excelencia, personalización y exclusividad que perpetúa la manufactura.

El modelo Les Cabinotiers Symphonia Grande Sonnerie 1860 lleva una correa de piel de aligátor negra con un cierre desplegable de oro blanco de 18 quilates y, como toda la colección de relojes Vacheron Constantin, está distinguido con el Punzón de Ginebra. Además de cumplir los rigurosos criterios por los que se rige este sello independiente y soberano que constituye una garantía de origen, precisión, durabilidad y saber hacer, se entrega en una preciosa caja de presentación, acompañado del resonador de sonería «La Música del Tiempo», que amplifica el sonido y la armonía de las sonerías.

Referencia 9200E/000G-B099. Pieza única.

Video disponible en el Canal YouTube o en el Canal Vimeo de Nuevos Relojes.

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